CDMX a 14 de abril, 2025.- Luego de los disturbios ocurridos durante la Feria del Caballo en Texcoco, donde el cantante Luis R. Conriquez se negó a interpretar narcocorridos, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que en México no está prohibido cantar corridos tumbados, pero sí se busca promover un cambio de conciencia colectiva respecto al contenido que glorifica la violencia.
Durante su visita a Aguascalientes, Sheinbaum fue clara: “Estamos en un proceso educativo, informativo, en donde todos tenemos que contribuir a que no haya apología de la violencia. Yo estoy en contra de prohibir y censurar”, dijo en conferencia. Subrayó que su gobierno prefiere impulsar iniciativas como el concurso “México Canta”, que busca fomentar canciones alejadas de la violencia, las drogas y la misoginia.
El viernes 11 de abril, el cantante Luis R. Conriquez, conocido por sus corridos bélicos, fue presionado para no cantar narcocorridos durante su presentación en Texcoco, lo que generó enojo entre los asistentes. Al negarse, el público reaccionó con violencia: tiraron objetos al escenario, rompieron instrumentos y pelearon con el staff.
“Hoy no hay corridos, ¿cómo le hacemos? Me voy pa’ la casa, mejor”, dijo Conriquez visiblemente molesto antes de abandonar el escenario.
Tras lo ocurrido, el Gobierno del Estado de México emitió un exhorto a los municipios de Texcoco, Metepec y Tejupilco para que vigilen el contenido de los eventos públicos y eviten referencias a la delincuencia organizada. La gobernadora Delfina Gómez Álvarez instruyó que se revisen los contratos artísticos y, de ser necesario, se inicien carpetas de investigación contra quienes incumplan la norma.
Esto no significa que se prohibirá por completo la música de estos artistas, pero sí que no podrán interpretar temas con referencias directas a personajes del narcotráfico o a actos criminales.
La discusión sobre los corridos violentos no es nueva. Estados como Nayarit, Sinaloa, Baja California, Chihuahua y Quintana Roo ya han tomado medidas similares, prohibiendo la interpretación de narcocorridos en lugares públicos como medida preventiva para la seguridad y la paz social.
Sheinbaum aseguró que la intención no es censurar un género musical, sino generar un debate más amplio: “Es construir un consenso social sobre lo que consumimos. No solo en la música, también en las series, películas y otros contenidos que presentan al crimen como una opción de vida”.
El llamado no es solo a los gobiernos locales o a los artistas, sino a la sociedad en general para fomentar una cultura que promueva valores distintos. “Queremos que se deje de ver a una mujer como objeto sexual o a un delincuente como un modelo a seguir”, concluyó.